Plato tradicional de la cuaresma española es el potaje, guiso que
mezcla alguna legumbre seca con verduras. Su elaboración se asemeja a
los pucheros, cocidos u ollas, remontándose su origen a tiempos
antiguos. Los romanos ya utilizaron fórmulas gastronómicas parecidas a
los actuales potajes. Constituye un plato sencillo pero delicioso en su
degustación, típico de la comida en Valencia.
Ingredientes:
Medio kilo de garbanzos
Cuarto y mitad de bacalao
Dos manojos de espinacas
Cuarto kilo de patatas
Un huevo
Un vasito de aceite de oliva
Una rebanada de pan
Preparación
Previamente, se ponen los garbanzos en remojo con un día de
antelación, acompañados del bacalao cortado en trozos. Una vez
escurridos, se vierten en un puchero y se ponen a hervir con agua.
Paralelamente, en otro puchero diferente se cuecen las espinacas durante
cinco minutos, pasados los cuales se refrescan en agua fría y se
escurren. Una vez que los garbanzos comiencen a estar tiernos, en una
sartén con aceite se sofríen la rebanada de pan y el diente de ajo hasta
que estén muy dorados. A continuación se majan en un mortero y se
reserva. En el aceite sobrante se rehogan las espinacas, que
posteriormente se agregan a la olla donde están los garbanzos. Se le
añaden también las patatas, previamente peladas y cortadas, así como los
trozos de bacalao.
Se añaden al mortero las hebras de azafrán. Se maja hasta conseguir
una pasta que se diluye con agua caliente y vierte sobre los garbanzos.
Se sazona al gusto y se cuece a fuego lento durante media hora.
A continuación, se cuece el huevo del cual se extrae la yema que se
maja en el mortero junto con un poco de agua caliente. La pasta
resultante se vierte en el puchero con los garbanzos y demás
ingredientes. La clara se pica en trozos menudos y se añade en último
lugar. Muchos ven a este plato como algo casero, pero también hay muchos
lugares para pedir comida en Valencia que ofrecen alternativas como este platillo.